Carta de: Anónima Kitty
Hoy salí de la sala 4 del cine del Village de Caballito, en Buenos Aires, con todo el delineador corrido. Después de ver esta película, a Justin Bieber le tengo el doble de respeto y amor que le tenía antes. Juro que nunca me emocioné tanto con una película como lo hice con esta. La película duró 99 minutos, de los cuales 90 lloré, y los otros 9 minutos no paré de reírme.
No se pueden imaginar lo linda y emotiva que es esta película, encima en 100% recomendable para cualquier persona que tenga un sueño que cree imposible cumplir, te ayuda a no dejar de creer que ese sueño puede volverse realidad. Convengamos que Justin Bieber era un simple chico como cualquiera de nosotros y terminó siendo un ídolo, no solo mío, sino que sé que de muchos de ustedes también.
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